Hno. Milovan Byrne Mrsich

Quiero empezar estas pequeñas palabras agradeciendo primero a Dios nuestro Señor la posibilidad de servirlo una vez en una labor pastoral en favor de su Iglesia.

En este nuevo año traerá muy pronto para la Iglesia en el Perú la visita de nuestro Papa Francisco y el lema que caracteriza este encuentro personal entre su santidad y los católicos peruanos son dos palabras fundamentales y con gran significado también para nuestra Hermandad: UNION POR LA ESPERANZA.

Como Valor humano, generalmente conocemos a la Unión como una asociación de personas que tienen intereses, problemas o fines comunes entre las que se forjan las virtudes y valores y con quienes comenzamos a formarnos como personas conscientes y de bien. Y es la familia, el primer lugar donde aprendemos el valor de tener a personas incondicionales a nuestro lado que nos aman y aceptan como somos.

La Unión, como valor cristiano, consiste en compartir un propósito o proyecto en común, juntar esfuerzos para lograr un fin u objetivo, reconocer que el bienestar del individuo y de la familia está ligado con el bienestar de la comunidad y por ende para nuestra HERMANDAD.

Finalmente, las claves para lograr la Unión pasan por llenarnos de amor, paz y respeto.

La esperanza que tiene por objeto a Dios, tiene tres aspectos fundamentales: la espera del futuro, la confianza y la paciencia de la espera. El agente que dinamiza la esperanza es nuestra fe, constituyéndose ambos en la esencia de la vida cristiana. La esperanza unida a la fe se convierte en una nueva actitud para enfrentar al mundo. Esa Esperanza nos da la certeza de que algún día viviremos en la eterna felicidad.

Como dice la carta de San Pablo: “Tengan los sentimientos de Cristo Jesús, que a pesar de su condición divina se despojó de su rango, tomó la posición de esclavo pasando por uno de tantos y se rebajó hasta someterse incluso a la muerte de cruz”.

Estimados Hermanos los aliento a servir a Nuestro Señor cada día mejor.